miércoles, 29 de diciembre de 2010

LA REALIDAD NO EXISTE... SOLO LA PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD.

Unos obreros estaban picando piedra frente a un enorme edificio en construcción. Se acercó un visitante a uno de los obreros y le preguntó: - ¿Qué están haciendo ustedes aquí? El obrero lo miró con dureza y le respondió: - ¿Acaso usted está ciego para no ver lo que hacemos? Aquí, picando piedras como esclavos por un sueldo miserable y sin el menor reconocimiento. Vea usted ese mismo cartel. Allá ponen los nombres de Ingenieros y Arquitectos, pero no ponen los nuestros que somos los que trabajamos duro y dejamos en la obra meses de nuestra vida.El visitante se acercó entonces a otro obrero y le preguntó lo mismo.- Aquí, como usted bien puede ver, picando piedra para levantar este enorme edificio. El trabajo es duro y está mal pagado, pero los tiempos son difíciles, no hay mucho trabajo y algo se debe hacer para llevar la comida a los hijos.Se acercó el visitante a un tercer obrero y una vez más le preguntó lo que estaba haciendo. El hombre le contestó con gran entusiasmo: - Estamos levantando un Hospital, el más hermoso del mundo. Las generaciones futuras lo admirarán impresionados y escucharán el entrar y salir constante de las ambulancias, anunciando el auxilio de Dios para los hombres. Yo no lo veré terminado, pero quiero ser parte de esta extraordinaria aventura.De lo anterior podemos reflexionar lo siguiente: El mismo trabajo, el mismo sueldo, la misma falta de reconocimiento. Una misma realidad, pero tres maneras distintas de vivirla:


1. COMO ESCLAVITUD


2. COMO RESIGNACIÓN


3. COMO PASIÓN, AVENTURA, VISIÓN Y DESAFÍO.


Piensa que el mundo es un infierno y lo será. Piensa que este mundo es parte del paraíso y lo será. No esperes diferentes resultados haciendo las mismas cosas. Si deseas prosperidad en tu vida, comienza con cambiar la percepción y la actitud que tienes hacia ella.
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viernes, 12 de noviembre de 2010

TRAPOS AL SOL

Una pareja de recién casados se mudó para un barrio muy tranquilo. En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer reparó a través de la ventana que una vecina colgaba sábanas en el tendal.

- ¡Qué sábanas sucias está colgando en el tendal!

- Está precisando de un jabón nuevo... ¡Si yo tuviese confianza le preguntaría si ella quiere que yo le enseñe a lavar las ropas!-

El marido miró y quedó callado.

Algunos días después, nuevamente, durante el desayuno, la vecina colgaba sábanas en el tendal y la mujer comentó con el marido:

- ¡Nuestra vecina continúa colgando las sábanas sucias! ¡Si yo tuviese intimidad le preguntaría si ella quiere que yo le enseñe a lavar ropas!

Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina colgaba sus ropas en el tendal.

Había pasado un mes, la mujer se sorprendió al ver las sábanas siendo tendidas, y entusiasmada fue a decir al marido.

-¡Mira, ella aprendió a lavar las ropas! ¿Será que la otra vecina le enseñó...? Porque yo no hice nada…

El marido calmosamente respondió:

-¡No, hoy yo me levanté más temprano y lavé los cristales de nuestra ventana! -

Y así es. Todo depende de la ventana, a través de la cual observamos los hechos. Antes de criticar, verifiquemos si hicimos alguna cosa para contribuir. Verifiquemos nuestros propios defectos y limitaciones. ¿Qué tal lavar nuestros vidrios y abrir nuestra ventana?



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EXPERIENCIA DE VIDA

En Alaska uno de los deportes más tradicionales es la tala de árboles.Un joven quería convertirse en un gran leñador. Desde pequeño, oyó hablar del mejor talador de la zona.Aquel hombre, a quien todavía no conocía, se había convertido, en sueños, en su ídolo.Cierto día, caminando por un bosque, tuvo la oportunidad de conocerlo. Acercándose lentamente y con disimulada admiración, el joven le dijo:- “Quiero ser su discípulo. Desde siempre quise aprender a cortar árboles como lo hace usted. ¿Puedo ser su alumno?” El leñador aceptó y durante algún tiempo le enseñó pacientemente.
A los pocos meses, el joven creyó que ya había aprendido todas las lecciones posibles, e, incluso, que había superado a su maestro. Al ser muchos años menor, se sentía vital, con más fuerza y más agilidad, por lo que dejó las enseñanzas del leñador. Llegado el próximo invierno, el joven se apresuró a inscribirse en el certamen de leñadores. Y para su sorpresa, el único rival iba a ser… su maestro. Ambos aceptaron el desafío. Sería una competencia de varias horas para saber cuál de los dos era el más hábil para cortar la mayor cantidad de árboles. El joven comenzó a cortar con sumo vigor; entre árbol y árbol, observaba a lo lejos a su maestro, que permanecía sentado la mayor parte del tiempo. El joven volvía a su tarea, seguro de vencerlo. Al finalizar el día, el juez hizo el recuento de árboles, y, para gran sorpresa del aprendiz de leñador, el maestro había cortado mayor cantidad. - “Esto no puede ser. Debe haber un error. ¡Siempre que lo miré estaba descansando!, dijo el joven, sin ocultar su furia. - “Te equivocas, hijo” -respondió el maestro leñador-; “No estaba descansando, sino afilando mi hacha. Esa es la razón por la que tú has perdido”.

Moraleja: aprovecha las lecciones de la experiencia. La experiencia no es sólo lo que has conseguido, sino lo que has aprendido.


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viernes, 13 de agosto de 2010

EL GLOBO NEGRO

Un niño negro contemplaba extasiado al vendedor de globos en la feria del pueblo. El pueblo era pequeño y el vendedor había llegado pocos días atrás, por lo tanto no era una persona conocida.


En pocos días la gente se dio cuenta de que era un excelente vendedor ya que usaba una técnica muy singular que lograba captar la atención de niños y grandes. En un momento soltó un globo rojo y toda la gente, especialmente los potenciales, pequeños clientes, miraron como el globo remontaba vuelo hacia el cielo.
Luego soltó un globo azul, después uno verde, después uno amarillo, uno blanco...
Todos ellos remontaron vuelo al igual que el globo rojo...
El niño negro, sin embargo, miraba fijamente sin desviar su atención, un globo negro que aún sostenía el vendedor en su mano.
Finalmente decidió acercarse y le preguntó al vendedor: Señor, si soltara usted el globo negro. ¿Subiría tan alto como los demás?
El vendedor sonrió comprensivamente al niño, soltó el cordel con que tenía sujeto el globo negro y, mientras éste se elevaba hacia lo alto, dijo: No es el color lo que hace subir, hijo. Es lo que hay adentro.

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EN EL ANDÉN DE LA VIDA

Cuando aquella tarde llegó a la vieja estación le informaron que el tren en que ella viajaría se retrasaría aproximadamente una hora. La elegante señora, un poco fastidiada, compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua para pasar el tiempo. Buscó un banco en el andén central y se sentó preparada para la espera. Mientras hojeaba su revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario.

Imprevistamente, la señora observó cómo aquel muchacho, sin decir una sola palabra, estiraba la mano, agarraba el paquete de galletas, lo abría y comenzaba a comerlas, una a una, despreocupadamente. La mujer se molestó por esto, no quería ser grosera, pero tampoco dejar pasar aquella situación o hacer de cuenta que nada había pasado; así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete y sacó una galleta, la exhibió frente al joven y se la comió mirándolo fijamente a los ojos. Como respuesta, el joven tomó otra galleta y mirándola la puso en su boca y sonrió. La señora ya enojada, tomó una nueva galleta y, con ostensibles señales de fastidio, volvió a comer otra, manteniendo de nuevo la mirada en el muchacho.
El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente. Finalmente, la señora se dio cuenta de que en el paquete sólo quedaba la última galleta.
"- No podrá ser tan descarado", pensó mientras miraba alternativamente al joven y al paquete de galletas. Con calma el joven alargó la mano, tomó la última galleta, y con mucha suavidad, la partió exactamente por la mitad. Así, con un gesto amoroso, ofreció la mitad de la última galleta a su compañera de banco.
"¡Gracias!" - dijo la mujer tomando con rudeza aquella mitad.
"De nada" - contestó el joven sonriendo suavemente mientras comía su mitad.
Entonces el tren anunció su partida...
La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Al arrancar, desde la ventanilla de su asiento vio al muchacho todavía sentado en el andén y pensó:"¡Qué insolente, qué mal educado, qué será de nuestro mundo!".
Sin dejar de mirar con resentimiento al joven, sintió la boca reseca por el disgusto que aquella situación le había provocado. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó totalmente sorprendida cuando encontró, dentro de su cartera, su paquete de galletas intacto.

Cuántas veces nuestros prejuicios, nuestras decisiones apresuradas nos hacen valorar erróneamente a las personas y cometer las peores equivocaciones. Cuántas veces la desconfianza ya instalada en nosotros, hace que juzguemos injustamente a personas y situaciones, y sin tener un por qué, las encasillamos en ideas preconcebidas, muchas veces tan alejadas de la realidad que se presenta. Así por no utilizar nuestra capacidad de autocrítica y de observación, perdemos la gracia natural de compartir y enfrentar situaciones, haciendo crecer en nosotros la desconfianza y la preocupación. Nos inquietamos por acontecimientos que no son reales, que quizás nunca lleguemos a contemplar, y nos atormentamos con problemas que tal vez nunca ocurrirán.

Dice un viejo proverbio... "Peleando, juzgando antes de tiempo y alterándose no se consigue jamás lo suficiente, pero siendo justo, cediendo y observando a los demás con una simple cuota de serenidad, se consigue más de lo que se espera".

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viernes, 4 de junio de 2010

EL VEREDICTO

Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso desde el primer momento se procuró un chivo expiatorio para encubrir al culpable. El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas chances de escapar al terrible veredicto: la horca. El Juez, también complotado, cuidó de dar todo el aspecto de un juicio justo; por ello dijo al acusado:- " Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor vamos a dejar en manos de Él tu destino.Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente. Tu escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino." Por supuesto que el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda, "culpable", y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria.El Juez pidió al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Éste respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse abrió los ojos y con una extraña sonrisa tomo uno de los papeles, y llevándolo a su boca, lo engulló rápidamente.Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente:- Pero, ¿qué hizo?, Y ahora ¿Cómo vamos a saber el veredicto?- Es muy sencillo -respondió el hombre-. Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me tragué. Con rezongos y bronca mal disimulada, debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo

Moraleja: Por mas difícil que se nos presente una situación nunca dejemos de buscar la salida ni de buscar soluciones hasta el último momento.

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YO NO TE PIDO



Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.


Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tú quieras
las palomas que suelo mirar.


De lo pasado no lo voy a negar
el futuro algún día llegará
y del presente
qué le importa a la gente
si es que siempre van a hablar.


Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas no te niegues
no hables por hablar.


Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.


Mario Benedetti

LEYENDA CANARIAS: EL SALTO DEL ENAMORADO



En la zona denominada La Galga, actual municipio de Puntallana (La Palma), donde destacan sus imponentes riscos, vivió en otros tiempos un valiente y osado pastor. Este, quedó prendado de una hermosa joven que ignoraba todas sus pretensiones hacía ella. No obstante, el mancebo no cejaba en su empeño de cortejarla; y la bella dama mantenía una total indiferencia.La hermosa joven agobiada por la constancia del pastor en conseguir su corazón, quiso probar su amor pidiéndole un imposible y así liberarse, de una vez por todas, de sus cortejos.Para ello, le pidió que antes de ser su esposa, debía acercarse al precipicio y, apoyando sus manos en su lanza (vara con la que los pastores canarios sortean las dificultades orográficas), sorteara los abismos tres veces con su cuerpo sin caer.El valor y la destreza del amante quedaron patentes en los dos primeros saltos; pero, en el tercero, cuando se encomendó a su dama, falto ya de fuerzas, no se apoyó en tierra firme, despeñándose en las profundidades del barranco.El amor le cegó y murió por conseguirlo; su cuerpo nunca se encontró. Ella perdió la cordura y lloró todos los días que le restaron de vida.Desde entonces, la gente del lugar para recordarlo, llama al risco El Salto del Enamorado.

miércoles, 2 de junio de 2010

La leyenda del café

Por el año seiscientos vivió en Etiopía un pastor llamado Kaldi. Cierto día que cuidaba su rebaño de cabras notó que los animales desarrollaban una conducta extraña. Nerviosamente iban y venían, subían y bajaban, en un estado de agitación que se prolongó todo el camino de regreso y persistió durante una noche, que se volvió interminable. Sólo a la mañana siguiente el rebaño pareció calmarse y fue así como siguió con mansedumbre al amodorrado pastor hasta las zonas de pastura. Hasta que unas cerezas tentadoras detuvieron su paso, y luego de mordisquearlas, las cabras retomaron su conducta nerviosa del día anterior. Kaldi observó las plantas que aparentemente habían causado el cambio en su rebaño y probó con cautela una hojita y un fruto. Lo primero que percibió fue que no se trataba de un arbusto de cerezas, y que el sabor no era tan agradable como el que esperaba. Pero también sintió que el cansancio producido por la larga noche de insomnio se había desvanecido y era remplazado por una energía que lo impulsaba a la acción. Kaldi tomó consigo unas ramas florecidas y encabezó la marcha hacia un monasterio que se encontraba a pocos kilómetros. A paso vivo lo seguía su rebaño. Al llegar a la casa religiosa, el pastor fue introducido a presencia del Abad, mientras sus animales quedaban al cuidado de unos desorientados monjes. Informado del descubrimiento, el Abad llevó a Kaldi a la cocina, y prudentemente hirvió una rama con algunos frutos rojos. Pero cuando probó el gusto de ambos, le pareció tan desagradable que en un impulso arrojó el atado entero sobre el fuego. La cocina se vio invadida de un aroma delicioso que indujo al Abad a hacer una nueva prueba. Tomó el fruto tostado y preparó una infusión que, con su perfume cálido atrajo a un grupo de monjes a la cocina. Así nació el café, de Etiopía al mundo; probado por unas cabras, descubierto por un pastor, tostado por un Abad, celebrado por unos monjes, que nunca pudieron imaginar que ese enérgico sabor se seguiría prolongando durante siglos.



historias que se leen en la red.

domingo, 30 de mayo de 2010

LA MUÑECA DE TRAPO


Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo, y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero, definitiva pensaría todo lo que digo.


* Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.


* Dormiría poco y soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.


* Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, escucharía mientras los demás hablan, y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate...


* Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.


* Dios mío, si yo tuviera un corazón.... Escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol.


* Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna.


* Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...


* Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.


* Convencería a cada mujer de que ella es mi favorita y viviría enamorado del amor.* A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.

* A un niño le daría alas, pero dejaría que él solo aprendiese a volar.


* A los viejos, a mis viejos, les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido.


* Tantas cosas he aprendido de ustedes los hombres..... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.


* He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño por vez primera el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre.


* He aprendido que un hombre únicamente tiene derecho de mirar a otro hombre hacia abajo, cuando ha de ayudarlo a levantarse.


* Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero finalmente de mucho no habrán de servir porque cuando me guarden dentro de esta maleta, infelizmente me estaré muriendo....


Gabriel García Márquez


EL MAYOR ROBO DE LA HISTORIA

Esperaba la salida del avión, hacía mucho calor, un chicuelo tenia sed y su madre, una pobre mujer de clase media baja, busco con la vista las antiguas fuentes en las que se apretaba un botón y surgía un chorrito de agua, pero habían desaparecido del aeropuerto al igual que los botellones de los que se bebía con un vaso de papel.
Fue al baño y se tropezó con el amenazador cartel de “Agua no potable” y como el niño corría riesgo de deshidratarse a la buena mujer no le quedo más remedio que meter un euro en una llamativa máquina expendedora adornada con la fotografía de una bella señorita, con el fin de que le proporcionara una botellita de menos de un cuarto de litro de “agua de manantial”.
Como el avión se retrasaba me entretuve en hacer un simple cálculo: aquella infeliz había pagado a cinco euros el litro de agua, cuando potabilizar o desalar mil litros hubiera costado como máximo un euro.
Es decir, había pagado cinco mil veces más caro algo a lo que tenía derecho por ley y sin opción a elegir si no quería que su pequeño enfermara.
Era como si una barra de pan le hubiera costado mil euros.
Y el gobierno lo consiente, al igual que lo consintieron los anteriores, fueran del color que fueran.
A diario nos quejamos del precio de la gasolina pero sin pretender defender a las aborrecidas empresas petroleras debo admitir que se gastan fortunas en prospecciones, extraen crudo en lugares tan remotos como los polos, los desiertos, las selvas o el fondo de los océanos, lo transportan en enormes buques cisterna a miles de kilómetros de distancia, lo refinan y colocan la gasolina en el surtido a un precio que ronda el euro por litro.
Y si supera ese precio ponemos el grito en el cielo pese a que la salud de nuestros hijos no dependa de ello.
No obstante, un empresario sin escrúpulos, soborna a un político o un funcionario, se apodera de un manantial que en buena ley pertenece a la nación, abre el grifo, llena cinco botellas de plástico- que además no se reciclan y si se reciclan se hace a cargo del estado- las envía con una camioneta a menos de cincuenta kilómetros de distancia, y cobra esa agua-imprescindible para la vida- cinco veces mas cara que la gasolina.
Se me antoja injusto escuchar a nadie lamentarse porque le cobren cinco veces menos por algo que nos llega de Alaska o Dubai, que por algo que llega del pueblo vecino.
En España consumimos unos ciento cincuenta litros de agua embotellada por persona y año, es decir, casi seis mil millones de litros, con un negocio que ronda los veinte mil millones de euros.
En resumen, a cada ciudadano, hombre, mujer, niño o anciano nos están despojando de doscientos euros anuales por un agua que nos pertenece a todos.
Y lo más lacerante de semejante expolio estriba en el hecho de que la totalidad de los manantiales españoles no son capaces de producir ni tan siquiera las dos terceras partes de esos seis mil millones de litros.
El resto es en realidad agua de grifo disfrazada.
Nos la roban, la camuflan, hacen una llamativa campaña publicitaria asegurando que al beberla nos convertiremos en estrellas de cine y nos la revenden cinco mil veces máscara.
Y el gobierno lo consiente, al igual que lo consintieron los anteriores. ¿Hasta qué punto puede llegar su grado de corrupción o ineptitud cuando permiten que se quiten las fuentes de agua de los lugares públicos con el fin de favorecer a unas determinadas empresas?
Para la salud de aquel niño era más importante un vaso de agua que el hecho de que alguien estuviera fumando a veinte metros de distancia.
¿Y hasta qué punto llega la desidia del ciudadano cuando acepta que su esposa se desriñone cargando botellas desde el supermercado con el fin de que los beneficios de un puñado de canallas crezcan un veinte por ciento anual?
Nuestra última esperanza se centra en el hecho de que algún día aprendamos a sobrevivir bebiendo gasolina.
Nos resultara mucho más barato.


Alberto Vázquez-Figueroa

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ALCANZAR LA CIMA

"Están los que usan la misma ropa.

Están los que llevan amuletos.

Los que hacen promesas,

Los que imploran mirando al cielo.

Los que creen en supersticiones.

Están los que siguen corriendo

cuando les tiemblan las piernas.

Los que siguen jugando cuando se acaba el aire.

Los que siguen luchando cuando todo parece perdido,

como si cada vez fuera la última vez,

convencidos de que la vida misma es un desafío.

Sufren pero no se quejan,

porque saben que el dolor pasa,

el sudor se seca.El cansancio se termina.

Pero hay algo que nunca desaparecerá:

la satisfacción de haberlo logrado.

En sus cuerpos hay la misma cantidad de músculos,

en sus venas corre la misma cantidad de sangre;

Lo que los hace diferentes es su espíritu.

La determinación de alcanzar la cima.

Una cima a la que no se llega superando a los demás,

sino a uno mismo".

(Mensaje de Nike)

SER BUENO EN EL TRABAJO NO ES SUFICIENTE

Juan trabajaba en una empresa hacía dos años. Siempre fue muy serio, dedicado y cumplidor de sus obligaciones. Llegaba puntual y estaba orgulloso de que en dos años nunca recibió ninguna amonestación.
Cierto día buscó al Gerente para hacerle un reclamo:

- Señor, trabajo en la empresa desde hace dos años con bastante esmero y estoy a gusto con mi puesto, pero siento que he sido postergado. Mire, Fernando ingresó en un puesto igual al mío hace solo seis meses y ya ha sido promovido a supervisor.


- ¡Ajá! -respondió el gerente-. Mientras resolvemos este problema que me planteas, quisiera pedirte que me ayudes a resolver otro. Quiero dar fruta al personal, para el almuerzo de hoy. En el negocio de la esquina venden frutas. Por favor averigua si tienen naranjas.
Juan se esmeró en cumplir con el encargo de su jefe y en 5 minutos ya estaba de vuelta en la oficina.
- Bueno Juan! ¿qué averiguaste?

- Señor, sí tienen naranjas para la venta.
- ¿Y cuánto cuestan?

- ¡Ahhh...! no pregunté eso.
- Bueno, ¿pero viste si tenían suficientes naranjas para todo el personal?,- preguntó serio el Jefe.

- Tampoco pregunté eso señor.
- ¿Hay alguna fruta que pueda sustituir la naranja?

- No sé señor, pero creo...
- Bueno, -dijo el Jefe-, espera, siéntate un momento.


El Gerente tomó el teléfono y mandó llamar a Fernando. Cuando se presentó, le dio las mismas instrucciones que le había dado con anterioridad a Juan y en 10 minutos estuvo de vuelta.
Cuando volvió, el Jefe le preguntó:


- Bien Fernando, ¿qué noticias traes?


- Señor, tienen naranjas, las suficientes para todo el personal y, si prefiere, también tienen plátanos, manzanas, kiwis y peras. La naranja está a 1,50 el kilo, el plátano a 2,20, la manzana a 1,70 el kilo y el kiwi y el melón cuestan 2,80 el kilo. Me dijeron que si compra fruta en cantidad, nos harán un descuento del 8 por ciento. He dejado separada la naranja, pero si usted elige otra fruta debo regresar para confirmar el pedido.


- Muchas gracias, Fernando, pero espéreme un momento.
Se dirigió a Juan, que había quedado boquiabierto y le preguntó:
- Juan, ¿qué me decías?


- Nada señor, eso es todo. Muchas gracias. Con su permiso...

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ANHELO DE MILLONARIO

Un joven soñaba día y noche con ser millonario. Tanto, que se había transformado en su obsesión. Lejos de ponerse en acción cada día y diseñar un plan hacia su meta, confiaba y se lo pedía a Dios.

Al rezar, cada noche terminaba diciendo, “Ah, y no te olvides de hacerme rico”.

Aunque trabajaba y tenía un pasar tranquilo, la fortuna no aparecía. Pasaron años y años de ruegos, hasta que por fin escuchó la voz celestial. Fue una noche en que, al terminar sus rezos, el tono profundo y grave de La Voz dijo:
- “Está bien. Dame tus piernas y yo te daré todos los millones que quieras”- “¿Mis piernas? No Señor, de ninguna manera. Con ellas puedo caminar, correr, disfrutar de viajes y paseos…-

“Entonces dame tus manos”- “¿Mis manos? No, mi Dios. Con ellas puedo trabajar, tocar, acariciar a mi hijo, preparar la comida, escribir cartas a mis amigos…”-

“Entrégame tus oídos”- “No… ¡ni loco! Con ellos puedo disfrutar del sonido de la naturaleza, de la música, y del diálogo franco con mi esposa y mis amigos”-


“Dame tus ojos”- “Tampoco puedo dártelos, porque con ellos disfruto del paisaje, del arte, miro a mis amados hijos… disculpa, tampoco puedo dártelos.-

“¿Te das cuenta de que ya eres millonario? Por eso no respondía a tus súplicas.


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RIMA LII

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
ésas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día....
ésas... ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
¡así no te querrán!


Gustavo Adolfo Bécquer



A MIS SOLEDADES VOY...

A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.¡
...

Ni estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo.

Entiendo lo que me basta,
y solamente no entiendo
cómo se sufre a sí mismo
un ignorante soberbio.

De cuantas cosas me cansan,
fácimente me defiendo;
pero no puedo guardarmede
los peligros de un necio.

El dirá que yo lo soy,
pero con falso argumento,
que humildad y necedadno
caben en un sujeto.

La diferencia conozco,
porque en él y en mí contemplo,
su locura en su arrogancia,
mi humildad en su desprecio.

O sabe naturaleza
más que supo en otro tiempo,
o tantos que nacen sabioses
porque lo dicen ellos.

Sólo sé que no sé nada,
dixo un filósofo,
haciendola cuenta con su humildad,
adonde lo más es menos.

No me precio de entendido,
de desdichado me precio,
que los que no son dichosos,
¿cómo pueden ser discretos?

No puede durar el mundo,
porque dicen, y lo creo,
que suena a vidrio quebrado
y que ha de romperse presto.
...
Dijeron que antiguamente
se fue la verdad al cielo;
tal la pusieron los hombres
que desde entonces no ha vuelto.

En dos edades vivimos
los propios y los ajenos:l
a de plata los extraños
y la de cobre los nuestros.
...
Ni mumuraron del grande,
ni ofendieron al pequeño;
nunca, como yo, afirmaron
para bién, ni pascua dieron.

Con esta envidia que digo
y lo que paso en silencio,
a mis soledades voy,de
mis soledades vengo.
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Lope de Vega

sábado, 29 de mayo de 2010

LA CUERDA DE LA VIDA

Cuentan que un alpinista desesperado por conquistar el Aconcagua, inició su travesía después de años de preparación.
Pero quería la gloria para él solo, por lo tanto subió sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde. No se preparó para acampar, sino que siguió subiendo decidido a llegar a la cima, hasta que se hizo la oscuridad. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña; ya no podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.
Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros de la cima, resbaló y se desplomó por los aires... Caía a una velocidad vertiginosa, sólo podía ver veloces manchas más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos los gratos y no tan gratos momentos de su vida. Pensaba que iba a morir; sin embargo, de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo partió en dos...Sí, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura. Después de un momento de quietud, suspendido por los aires, gritó con todas sus fuerzas:
-"¡¡¡Ayúdame Dios mío!!!..."
De repente una voz grave y profunda de los cielos le contestó:
-"¿ QUÉ QUIERES QUE HAGA, HIJO MIO ?"
-"Sálvame, Dios mío "
-"¿REALMENTE CREES QUE TE PUEDA SALVAR?"
-"Por supuesto, Señor "
-"ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE..."

Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y reflexionó...

Cuenta el equipo de rescate que al día siguiente encontraron colgado a un alpinista muerto, congelado, agarrado fuertemente con las manos a una cuerda...A TAN SOLO DOS METROS DEL SUELO.


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YO VOY SOÑANDO CAMINOS


Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?

Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
- La tarde cayendo está-.

"En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día:
ya no siento el corazón".

Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada".


ANTONIO MACHADO

viernes, 28 de mayo de 2010

MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES.


¿Has pensado alguna vez cual es la personalidad que reflejas a través de tus palabras? Cierta mañana, mi padre me invitó a dar un paseo por el bosque.

El se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó;

- Además del canto de los pájaros, ¿escuchas alguna
cosa más? Agudicé mis oídos y algunos segundos después respondí:

- Estoy escuchando el ruido de una carreta.

- Eso es -dijo mi padre-, se trata de una carreta vacía.

-¿Cómo sabes que es una carreta vacía si aún no la vemos?

- Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, de acuerdo con el sonido que producen sus ruedas: cuanto más vacía la carroza, mayor es el ruido que hace.

Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todo el mundo, inoportuna, presumiendo de lo que tiene (y lo más seguro es que no tenga nada) de sentirse prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:

"Cuánto más vacía la carroza, mayor es el ruido que hace".

INSTINTO ANIMAL


Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Ésta huía rápido y con miedo de la feroz predadora, y la serpiente, al mismo tiempo, no desistía.
Huyó un día y la serpiente la seguía; dos días y la seguía. Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y le dijo a la serpiente:

- ¿Puedo hacerte tres preguntas?

- No acostumbro a dar esta oportunidad a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar -respondió la serpiente-
- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?

- No -dijo la serpiente- - ¿Yo te hice algún mal?
- No -volvió a responder la serpiente-.

- Entonces... ¿por qué quieres acabar conmigo?

- Simplemente, porque no soporto verte brillar


HISTORIAS QUE CIRCULAN POR LA RED


FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA:

"La persona realmente creativa
está motivada por sus ganas de alcanzar el objetivo,
y no por sus deseos de derrotar a los demás"



MUERE LENTAMENTE


Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.
Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.
Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.
Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.
Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.
Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad.



Pablo Neruda