viernes, 4 de junio de 2010

EL VEREDICTO

Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso desde el primer momento se procuró un chivo expiatorio para encubrir al culpable. El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas chances de escapar al terrible veredicto: la horca. El Juez, también complotado, cuidó de dar todo el aspecto de un juicio justo; por ello dijo al acusado:- " Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor vamos a dejar en manos de Él tu destino.Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente. Tu escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino." Por supuesto que el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda, "culpable", y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria.El Juez pidió al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Éste respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse abrió los ojos y con una extraña sonrisa tomo uno de los papeles, y llevándolo a su boca, lo engulló rápidamente.Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente:- Pero, ¿qué hizo?, Y ahora ¿Cómo vamos a saber el veredicto?- Es muy sencillo -respondió el hombre-. Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me tragué. Con rezongos y bronca mal disimulada, debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo

Moraleja: Por mas difícil que se nos presente una situación nunca dejemos de buscar la salida ni de buscar soluciones hasta el último momento.

Historias que circulan por la red

YO NO TE PIDO



Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.


Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tú quieras
las palomas que suelo mirar.


De lo pasado no lo voy a negar
el futuro algún día llegará
y del presente
qué le importa a la gente
si es que siempre van a hablar.


Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas no te niegues
no hables por hablar.


Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.


Mario Benedetti

LEYENDA CANARIAS: EL SALTO DEL ENAMORADO



En la zona denominada La Galga, actual municipio de Puntallana (La Palma), donde destacan sus imponentes riscos, vivió en otros tiempos un valiente y osado pastor. Este, quedó prendado de una hermosa joven que ignoraba todas sus pretensiones hacía ella. No obstante, el mancebo no cejaba en su empeño de cortejarla; y la bella dama mantenía una total indiferencia.La hermosa joven agobiada por la constancia del pastor en conseguir su corazón, quiso probar su amor pidiéndole un imposible y así liberarse, de una vez por todas, de sus cortejos.Para ello, le pidió que antes de ser su esposa, debía acercarse al precipicio y, apoyando sus manos en su lanza (vara con la que los pastores canarios sortean las dificultades orográficas), sorteara los abismos tres veces con su cuerpo sin caer.El valor y la destreza del amante quedaron patentes en los dos primeros saltos; pero, en el tercero, cuando se encomendó a su dama, falto ya de fuerzas, no se apoyó en tierra firme, despeñándose en las profundidades del barranco.El amor le cegó y murió por conseguirlo; su cuerpo nunca se encontró. Ella perdió la cordura y lloró todos los días que le restaron de vida.Desde entonces, la gente del lugar para recordarlo, llama al risco El Salto del Enamorado.

miércoles, 2 de junio de 2010

La leyenda del café

Por el año seiscientos vivió en Etiopía un pastor llamado Kaldi. Cierto día que cuidaba su rebaño de cabras notó que los animales desarrollaban una conducta extraña. Nerviosamente iban y venían, subían y bajaban, en un estado de agitación que se prolongó todo el camino de regreso y persistió durante una noche, que se volvió interminable. Sólo a la mañana siguiente el rebaño pareció calmarse y fue así como siguió con mansedumbre al amodorrado pastor hasta las zonas de pastura. Hasta que unas cerezas tentadoras detuvieron su paso, y luego de mordisquearlas, las cabras retomaron su conducta nerviosa del día anterior. Kaldi observó las plantas que aparentemente habían causado el cambio en su rebaño y probó con cautela una hojita y un fruto. Lo primero que percibió fue que no se trataba de un arbusto de cerezas, y que el sabor no era tan agradable como el que esperaba. Pero también sintió que el cansancio producido por la larga noche de insomnio se había desvanecido y era remplazado por una energía que lo impulsaba a la acción. Kaldi tomó consigo unas ramas florecidas y encabezó la marcha hacia un monasterio que se encontraba a pocos kilómetros. A paso vivo lo seguía su rebaño. Al llegar a la casa religiosa, el pastor fue introducido a presencia del Abad, mientras sus animales quedaban al cuidado de unos desorientados monjes. Informado del descubrimiento, el Abad llevó a Kaldi a la cocina, y prudentemente hirvió una rama con algunos frutos rojos. Pero cuando probó el gusto de ambos, le pareció tan desagradable que en un impulso arrojó el atado entero sobre el fuego. La cocina se vio invadida de un aroma delicioso que indujo al Abad a hacer una nueva prueba. Tomó el fruto tostado y preparó una infusión que, con su perfume cálido atrajo a un grupo de monjes a la cocina. Así nació el café, de Etiopía al mundo; probado por unas cabras, descubierto por un pastor, tostado por un Abad, celebrado por unos monjes, que nunca pudieron imaginar que ese enérgico sabor se seguiría prolongando durante siglos.



historias que se leen en la red.